Que se nos queden las llaves dentro, o extraviarlas es algo muy común, lo que nos lleva en algún momento de nuestras vidas a buscar cḿo se abre una cerradura sin llave. Por eso estás aquí, ¿Cierto? Pues déjanos decirte que has llegado a la web ideal, ya que te vamos a explicar cómo hacerlo con los elementos más sencillos, o profesionales desde todos los diferentes métodos conocidos actualmente ¡Vamos allá!

¿Cómo se abre una cerradura sin llave?

Pues nada, para no hacer muy largo el rollo, os vamos a ir enumerando los diferentes métodos que existen para abrir una cerradura sin llave, para que lo uséis si os habéis quedado afuera, bien sea que esté el seguro puesto, o no.

1. Usando una tarjeta de plástico

Si con suerte, la cerradura no tiene el seguro puesto, es probable que puedas hacer a un lado el pestillo, siempre y cuando se encuentre accesible el lado del resbalón. Para este truco, lo que vamos a hacer es que, si hay una rendija entre la puerta y el marco de la pared, donde se alcance a divisar, aunque sea mínimamente el pestillo, vamos a introducir una tarjeta de plástico y para menor presión, puedes probar a halar la puerta.

Para este truco no os recomendamos utilizar vuestra tarjeta de crédito, ya que puede dañarse seriamente, aunque puede ser una última opción en caso de que todo lo demás esté agotado.

2. Usando un plástico suave

Nuevamente, consideramos la misma situación anterior, en la cual no está activado el pestillo, pero no tenemos acceso visual a la cerradura, y por lo tanto, no sirve una tarjeta de plástico como en el caso anterior.

Para esto, lo ideal es utilizar una placa radiográfica o algún otro plástico suave, pero con la suficiente firmeza como para aperturar tu puerta. Por ejemplo, puedes usar un pedazo de tapa plástica de envase desechable, o similares.

El truco consiste en que, primero que nada, introduzcas el plástico haciendo presión para que la curva dé de lleno en la apertura entre la puerta y el marco. Luego, vamos a ir detectando en qué parte se encuentra el resbalón de nuestra cerradura.

Una vez encontrado, vamos a hacerle presión, mientras que a la vez halamos y empujamos la puerta varias veces, y ya con esto, podremos abrir la puerta.

3. Usando un taladro

Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Este método dejará inutilizable tu cerradura, y te obligará a realizar un cambio de cilindro. ¿Lo bueno? Que podrás usarlo tanto para puertas con el cerrojo, como sin ello.

Y ante la falta de un revienta bombines, podemos utilizar la herramienta más común en la mayoría de casas: un taladro. Además, necesitaremos un destornillador de pala y alguna pinza o elemento delgado que nos sirva para retirar los bombines del cilindro.

Lo primero que haremos será ubicar el cilindro. Esta no es más que todo el mecanismo donde introducimos la llave, y donde se encuentra la seguridad de nuestra puerta.

El lugar donde vamos a taladrar es justo en el medio del cilindro. Debajo de donde se encuentra el área donde introducimos la llave. Lo ideal es tomar una broca nueva, ya que es bastante probable que se atasque el taladro. Además, que no sea una broca demasiado grande para no hacer un desastre con la cerradura.

Una vez identificado el punto, empezamos a taladrar por uno a dos centímetros aproximadamente. Con esto, lo que haremos será ir rompiendo los bombines, y retirándolos con ayuda de la pinza o un objeto delgado.

Una vez termines de retirar todos los bombines, vamos a ayudarnos con un destornillador de pala para girar la cerradura. Importantísimo girarla tanto para retirar el cerrojo, como el resbalón o pestillo.

4. Usando una ganzúa improvisada

Nadie tiene una ganzúa en casa, a menos que sea cerrajero. Por esta razón, es que vamos a hacer una ganzúa improvisada que nos ayude con el proceso de abrir la puerta sin dañar la cerradura, aunque ya os decimos, que de todos, es uno de los métodos más complejos, y que además requiere de mayor experiencia.

Lo primero que necesitamos son dos pasadores para el cabello. Vamos a doblar uno en forma de “L”, y el otro, lo vamos a estirar, y luego haremos un pequeño gancho en una de las puntas, y doblamos la otra punta, para que haga una pequeña palanca hacia arriba.

Vamos a tomar nuestro primer pasador, el que tiene forma de “L” y lo introducimos en el área superior de la cerradura. Justo del lado donde no se introducen los dientes de la llave. Importantísimo llevarla lo más abajo posible, tratando de que vaya muy pegada de la superficie inferior, y además, girar ligeramente, sin demasiada presión.

Una vez hecho esto, vamos a utilizar nuestro segundo pasador. Con la punta hacia arriba, y pegado justo encima del pasador que ya hemos puesto, vamos arrastrando con fuerza, y con cuidado, para ir levantando los pistones de la cerradura.

En este paso, es importante estar concentrado, y tener muy buen oído, ya que cada perno realizará un ligero “clic” cada que esté en su posición. No obstante, no debemos girar o soltar el primer pasador de cabello, o todo el trabajo se echará a perder. También debemos evitar tocar los pistones que se encuentren en su lugar.

Un truco que podéis poner en uso, es el de siempre ir por los pistones que se encuentran más duros que los demás. Esto es porque son los que requieren de una activación para poder abrir la puerta. Aquellos que se devuelvan a su estado original con facilidad, son aquellos que no podrás llevar a su lugar para aperturar la puerta.

En el caso de que haya un crujido, o salten los pernos que ya hemos bajado, toca soltar el primer pasador, e iniciar desde cero.

5. Contactar a un cerrajero

Ya sabes cómo se abre una cerradura sin llave, pero ¿No has podido hacer nada? No te preocupes. No se trata de una tarea sencilla, y en muchos casos requiere del daño total de la cerradura a menos que el especialista pueda llevar a cabo una apertura limpia. Para contactar con un cerrajero conoce cuanto cobra un cerrajero para cambiar cerradura.

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